martes, 20 de julio de 2010

¿Qué pasa en Sahara Occidental?


Las fronteras del territorio que hoy conocemos como Sahara Occidental quedan delimitadas en sucesivos tratados hispano-franceses firmados en 1900, 1904 y 1912, pero no será hasta 1934 cuando los jefes tribales saharuis firmen su "sometimiento amistoso" a las autoridades españolas, pasando a conocerse entonces el territorio como Sahara Español. Curiosamente, el control efectivo de los españoles sobre todo el territorio no se consumará hasta 1936, prolongándose hasta 1975. Es en este año cuando, aprovechando la incertidumbre que vive España respecto a su futuro político, Hasan II, monarca Alauí de Marruecos, envía sobre el territorio saharui una columna compuesta en gran parte por mujeres y niños, conocida como "la Marcha Verde", ante la cual la metrópoli decide ordenar la retirada de todos los españoles instalados en el Sahara, tanto civiles como militares, quebrándose así el proceso de descolonización que, autonomía mediante, habían iniciado las autoridades españolas en 1970. De igual manera, en 1974 la fecha para la celebración del referéndum de autodeterminación había quedada fijada para los seis primeros meses de 1975, pero por razones obvias éste no pudo ser celebrado.


Una vez retirados los españoles de la zona, tanto Marruecos como Mauritania reclaman territorios que formaban parte del antiguo Sahara Español. No obstante, en 1973 se había creado el Frente para la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro, conocido como Frente Polisario, para luchar por la independencia contra la potencia colonial. El Frente Polisario, representante, como reconoce la misión de la ONU enviada al territorio en ese fatídico año de 1975, cuenta con las simpatías de la mayoría de la población saharui, y no está dispuesto a aceptar una nueva dominación extranjera.


Entretanto, los antiguos y los nuevos dominadores daban forma política a la ocupación militar del Sahara Occidental, y en noviembre de 1975 se firman en Madrid los conocidos como "Acuerdos Tripartitos" por los que España cede a Marruecos y Mauritania el control del Sahara Occidental.


El 27 de febrero de 1976, el Frente Polisario declara la Independencia de la República Árabe Saharui Democrática (RASD) en respuesta a los Acuerdos Tripartitos de Madrid. Se inicia así una larga guerra que se prolongará hasta 1991 y que tendrá un alto coste en vidas humanas para ambos bandos.


Pero quizá, aún más doloroso que la pérdida de vidas será el hecho de que miles de refugiados saharuis se vean obligados a huir de su tierra, instalándose principalmente en los campamentos de Tinduf (Argelia). Estos refugiados dependerán exclusivamente de la ayuda internacional, lo cual hará que su situación haya sido desde entonces tremendamente delicada. Mientras tanto, el gobierno marroquí "repoblará" el territorio con alrededor de 300.000 personas procedentes de Marruecos.


En 1979, Mauritania decide retirarse de la guerra y su parte de territorio saharui es rápidamente ocupada por las tropas marroquíes. Durante los años 80 la guerra se recrudece, y se producen diversos movimientos diplomáticos a nivel regional que implican a Libia, del lado de la causa marroquí, y a Argelia, Mauritania y Túnez del lado de la causa saharui.

Por mediación de la ONU y de la Organización para la Unidad Africana (OUA), Marruecos y el Polisario llegan a un tratado de alto el fuego en 1991 y acuerdan la celebración de un referéndum de autodeterminación en 1992.


Se crea entonces la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO) encargada de velar por el cumplimento del alto el fuego y por la transparencia en el proceso electoral que debía comenzarse. Durante cuatro años, la MINURSO deberá enfrentarse a las trabas que opone Marruecos al proceso de identificación de aquellas personas con derecho a voto en el referéndum, intentando incluir en las listas a naturales de este país. De igual manera, la actitud de Naciones Unidas siempre parecerá más próxima a los postulados marroquíes que al reconocimiento de los derechos de los saharuis, coincidiendo con la política exterior llevada a cabo por Francia en esta cuestión.

En 1996 el proceso de paz y la misión de la ONU se encuentran al borde del colapso final, sin que se haya llegado a ningún acuerdo fructífero entre ambas partes.


Este mismo año, Kofi Annan pasa a ocupar el Secretariado General de la organización internacional, y se habla entonces de relanzar el proceso de paz. Se envía a la zona para tal cometido a James Baker, lo que no deja de ser significativo teniendo en cuenta el importante papel jugado por Baker dentro de la diplomacia estadounidense. Baker consigue reunir a las partes junto con Argelia y Mauritania en calidad de observadores, de modo que en el verano de 1997 se firma el acuerdo de Houston, cuyo punto más importante es el compromiso de presentar una lista definitiva de votantes en el verano de 1998. Llegada esta fecha aún persisten los desacuerdos entre ambas partes, y el Polisario se niega aceptar la última propuesta de Marruecos, incluir a 60.000 nuevos votantes, ya que esto supondría alargar el proceso durante un año más y los refugiados saharauis comienzan a demandar soluciones concretas ante su penosa situación. Aún así, la maniobra marroquí tiene éxito y Naciones Unidas decide retrasar el referéndum un año más.


Seguirán contándose los éxitos diplomáticos del lado marroquí, y a pesar del cambio de monarca tras el deceso de Hasan II y la coronación de Mohamed VI, el estado alauí no cambiará su actitud. Ante el punto de inmovilidad al que ha llegado el proceso, James Baker propondrá su famoso Plan de autonomía, que nunca será aceptado por el Frente Polisario por asemejarse demasiado a los postulados marroquíes.


De esta manera, la situación se prolongará ante la creciente desidia de la comunidad internacional, llegando al nuevo siglo sin que la situación haya cambiado significativamente. Las esperanzas puestas por los saharuis en España, cuyos gobiernos se opondrán tradicionalmente a la ocupación marroquí, aunque no se haya reconocido oficialmente a la RASD, se verán frustradas cuando a partir de 2004 el gobierno de Zapatero inicie una política de aproximación a Marruecos que pasa por la aceptación de las tesis de la monarquía marroquí sobre la cuestión del Sahara Occidental. Más preocupante resulta el futuro para los refugiados de Tinduf dado que la ayuda humanitaria española es fundamental para su supervivencia.

Referencia: Especial sobre Sahara de la Universidad de Barcelona.